viernes, 17 de mayo de 2013

¿CUALES SON LAS PERSPECTIVAS Y RETOS DEL TRABAJO SOCIAL CON JÓVENES Y LAS CULTURAS QUE CONFORMAN?


Uno de los grupos donde el Trabajo Social interviene es en la Juventud. Un término que desde hace pocos años ha comenzado a tomar gran relevancia en la sociedad, en especial por el incremento de la participación de este grupo social, el accionar de la academia en cuanto al despertar y rompimiento de esquemas culturales, sociales y religiosos, y sin duda el retroceso que la familia ha tenido como institución y primer agente formador.
Varios textos indican que la juventud esta globalizada, uno de ellos es Desarrollo Humano de Diane Papalia, del cual se toma el siguiente fragmento: “En la actualidad los jóvenes viven en un vecindario global, una red de interconexiones e interdependencias. Alrededor del planeta se extienden casi de inmediato bienes, información, imágenes electrónicas, canciones, entretenimiento y modas……En Nueva Zelanda los jóvenes maorís escuchan la música afroamericana de rap para simbolizar su separación de la sociedad adulta”. Lo anterior permite sintetizar lo que está ocurriendo con los jóvenes alrededor del mundo, el boom de los medios de información ha permitido que durante las 24 horas cada continente se encuentre conectado con los demás, el conocimiento de otras regiones, su cultura y su historia ha hecho que se identifiquen jóvenes de un lugar con la música e historia de otra región y se compartan los mismos signos de expresión, lenguaje y formas de vestir. Sin duda el avance de esta población ha ido creciendo de forma veloz, se han roto esquemas acerca de la obligación de los niños a ser adultos omitiendo la adolescencia y juventud, desde pequeños tomaban roles y responsabilidades inadecuadas para su edad, estas dificultaban su desarrollo y su proceso de aprendizaje.
Para el Trabajo Social nace un reto y la necesidad de replantear, formular nuevos modelos y enfoques de intervención que se adapten a los grupos juveniles actuales, debe primar el interés por realizar un estudio completo que contemple todas las ramas de la ciencias humanas, pero que a su vez tenga un enfoque diferencial que permita reconocer las necesidades individuales de esta población, obtener un diagnostico completo para poner en acción los planes de intervención con la juventud. Comenzando por crear la conciencia de que la juventud no es un estado en que los seres humanos no hacen otra cosa que cometer errores, sino por el contrario un tránsito de total aprendizaje y formación, se debe comprender que por lo general se ha etiquetado y hasta excluido a esta población creyendo que no tienen los elementos intelectuales para aportar a la sociedad, es por esto que en varias ocasiones muestran resistencia al contacto con personas que no pertenezcan a su grupo social, necesario conocerlo para tomar herramientas que permitan al Trabajador Social acercarse y entablar una relación profesional.
El Trabajador Social debe partir de que esta población es vulnerable y es justo allí donde es de carácter imperativo el nivel de Prevención, en la realidad actual se ve claramente como los jóvenes caen en el consumo de drogas, el desinterés por continuar con los estudios, la falta de proyección en busca de un camino laboral, el aumento de la violencia, la búsqueda desesperada de pertenencia a un grupo donde sientan protección, escucha y afecto porque su familia no les brindo estos elementos fundamentales en el desarrollo integral de todo ser humano. Se trabaja el nivel de Prevención para que los jóvenes durante esta etapa descubran todos los recursos internos y externos que poseen, que éstos se potencien y se  pongan en práctica, cabe resaltar que el rol de la familia debe volver a fortalecerse y cumplir con las responsabilidades que tiene frente al cuidado integral de los jóvenes, es tarea del Trabajador Social integrar los miembros de la familia y las instituciones que contribuyan al desarrollo de esta población.
Es necesario no solo para el Trabajador Social, sino para todas las personas en general, el reconocer que la sociedad es cambiante y que requiere de nuevas ideas y propuestas que contribuyan al desarrollo, al cambio social, a la justicia e igualdad, para que estas dejen de ser una utopía. Por lo tanto no se debe pretender que los jóvenes sigan todas las normas sociales con las cuales no están de acuerdo y que por esto se les excluya y etiquete de rebeldes, anarquistas e incluso satánicos, sino que, experimentan una forma diferente de interpretar y vivir su contexto, siempre y cuando no se vulneren los derechos de las demás personas que quieran seguir el orden actual.
Para complementar los factores a tener en cuenta mencionados anteriormente, se debe resaltar que uno de los puntos indispensables en el momento del Trabajo Social con jóvenes es la Inclusión en cuestión de raza, género y discapacidad, es justo aquí que el enfoque diferencial permite cubrir las necesidades de los jóvenes a los cuales según estos tres factores se les ha excluido y de cierta manera prohibido la interacción con otros jóvenes. En especial la violencia contra la mujer, el racismo y la discriminación física, requieren una reivindicación de derechos y una apertura a la participación y expresión que permitan seguir construyendo la juventud.

Para finalizar, el Trabajador Social debe tener las habilidades de abordar esta temática de manera holística, diseñar e implementar planes, programas y proyectos, políticas públicas que apunten a reivindicar los derechos de los jóvenes, apoyándose en las herramientas de investigación, lo que las demás ciencias sociales aportan a la profesión y la parte ética, indispensable para obtener de forma correcta los objetivos de intervención, con el fin de Promover los valores, la igualdad, colectividad y aceptación unos a otros sin importar raza, genero, credo u orientación sexual, política y filosófica, utilizando la intervención a nivel individual, familiar, grupal, comunitario e institucional.

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