Las sociedades tanto en
oriente como occidente han presentado cambios a nivel político, económico,
cultural e incluso religioso a lo largo de los años, debido precisamente a que
es cambiante y dinámica, del truque al feudo, del feudo al capitalismo, del capitalismo
al neoliberalismo se podría decir en el caso colombiano, los cambios son buenos
en la medida que traigan un beneficio común, pero de igual manera con estos
cambios se ha observado que no se ha traído beneficios, por lo menos no de
forma equitativa.
Para dar a conocer la
relación entre la globalización y el
trabajo social, primero se debe realizar la definición de cada uno de estos.
Al
hablar de globalización se hace referencia a un proceso de crecimiento internacional o mundial del
capital financiero, industrial, comercial, recursos, humano, político y de
cualquier tipo de actividad intercambiable entre países.[1] Por
lo tanto se da en los diferentes contextos a nivel mundial, permite una gran
comunicación e interdependencia de los países, formando una unión de sus
mercados, sociedades y culturas, para esto se dan unas transformaciones
sociales, económicas y políticas. La globalización se asocia con el capitalismo y el neoliberalismo, interesados en la revolución informática.
Por otra parte, según el
Licenciado argentino en Servicio Social, Natalio Kisnerman, que define al
Trabajo Social como: “…la disciplina que
se ocupa de conocer las causas-efectos de los problemas sociales y lograr que
los hombres asuman una acción organizada, tanto preventiva como transformadora
que los supere.” [2], se puede concluir que el
Trabajo Social es una disciplina profesional que trabaja con una serie de
sujetos, los cuales son: individuos, grupos y comunidades como modos de
intervención, demarcados por instituciones, para construir calidad de vida y
procurar el bienestar.
Al trabajo social se le
presentan bastantes retos, en especial por los cambios ya mencionados
anteriormente, con respecto a la globalización y teniendo en cuenta que viene
de una ideología neoliberal, es necesario el reflexionar y analizar los
beneficios y consecuencias que trae este proceso de cambio y de unificación
entre los países, en especial para los seres humanos que son el objeto de
intervención del trabajador social.
A pesar de que existen
diversos organismos nacionales e internacionales que se ocupan de promover la
equidad y la defensa de los derechos humanos, en varias ocasiones es bastante
visible que lo que impide estos objetivos de estas organizaciones, son las
condiciones políticas, económicas e incluso religiosas que posee determinada
sociedad.
El hecho de que Manuel
Castells en su texto “Globalización y Antiglobalización”
exponga que al hablar de globalización se hace referencia a una “única racionalidad posible”[3], es un peligro para el
quehacer profesional del trabajador social, puesto que no deja lugar para la
diversidad, para las diferentes formas de pensamiento y de expresión, de cierta
forma genera represión hacia los miembros de la sociedad.
En Colombia, es un asunto
que genera debate y más aun, luego de haber firmado un TLC (Tratado de Libre
Comercio) con Estados Unidos, en el cual se da una interdependencia entre estos
dos países y sus mercados correspondientes, hay diversas opiniones, ya que esto
no traerá mucho beneficio a sectores económicos muy pequeños, también por otra
parte un crecimiento económico, pero en determinadas cuentas según Manfred
Max-Neef en su texto “Economía, Humanismo
y Neoliberalismo” expresa que lo único a lo que ha contribuido el crecimiento económico es a “concentrar más la riqueza, a aumentar la
inequidad y a hacer crecer la pobreza y otros problemas”.[4]
Sin embargo, a pesar de lo
anterior, se piensa que la globalización es un estilo de vida en todos los
ámbitos a nivel mundial, el cual permite el funcionamiento correcto de la
sociedad, los avances tecnológicos, fácilmente el libre cambio, apertura
económica, etc., sin pensar en todas las consecuencias que esta acarrea y que
no es necesario investigar para darse cuenta, basta con ver la situación de los
países latinoamericanos y la gran explotación que se está dando en ellos, la
cual acaba con los recursos naturales y no permite que exista un desarrollo
sostenible o sustentable.
Se puede decir que se está
fomentando aun más la llamada “cárcel de cerebros” de la que habla una banda de
rock colombiana, en donde se matan las conciencias cuando quieren despertar, no
se puede dejar de mencionar el gran papel que juegan los medios de comunicación
en la globalización, pues según la teoría de la bala mágica, estos ejercen un
impacto directo sobre las personas y como lo plantea la teoría marxista, los
dueños de los medios de comunicación son las clases dominantes, las cuales deciden
que información reciben las clases de estratos más bajos para así tener cierto
control y conseguir sus propios intereses.[5]
Por último, en lo
anteriormente mencionado las acciones del trabajador social son muy amplias, en
especial cuando la intervención se orienta hacia la comunidad, pues se debe
tener en cuenta todas las herramientas que esta disciplina brinda, se debe
procurar por luchar de forma pacífica y ordenada para que las consecuencias de
la globalización se disminuyan lo más posible, la idea no es provocar una
antiglobalización en la que reine la anarquía y se pierdan los valores hacia
uno mismo y hacia los demás, pero si se trata de defender el derecho a la
libertad de pensamiento y de expresión, de reclamar el lugar y los derechos que
cada persona ocupa y le corresponden por ser parte de la sociedad.
El trabajo social
apoya los movimientos sociales y también se inclina por la posición de Manuel
Castells, en donde se promueve la participación y el trabajo en equipo para
lograr los objetivos propuestos pensando en un beneficio en común, todas las
anteriores acciones se enmarcan en el quehacer del trabajador social en el
momento de orientar a la comunidad y gestionar los recursos necesarios para su
integración con su entorno en sus dimensiones social, física, socio-afectiva,
etc., y todas las dificultades y problemas que se presenten en la cotidianidad.
Teniendo en cuenta lo
anterior, sería interesante plantearse, ¿realmente se están planeando
estrategias para cuando el sistema de globalización no sea suficiente para la
sociedad? Y ¿está el trabajador social preparado para asumir este nuevo reto con
un sistema de represión global como el que se está presentando?
[1] http://www.eumed.net/libros/2007c/334/concepto%20de%20globalizacion.htm
[2]
Kisnerman. Natalio. “Pensar el Trabajo Social”. Buenos Aires, Argentina: Luman,
2005
[3] Castells,
Manuel. Globalización y Antiglobalización.
[4]
Max-Neef, Manfred. Economía, Humanismo y Neoliberalismo.
[5] Instituciones
Sociales, Capitulo 21, Los Medios de Comunicación.
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